Derky Wilner Pérez/ Lideres Politicos. Catazajá, Chiapas. Llegamos hasta el poblado Paraíso, perteneciente al municipio de Catazajá, de ahí tomamos una lancha que nos llevaría a recorrer el llamado santuario del manatí hogar del Trichecus manatus manatus, en la lengua indígena significa "con mamas". Su nombre científico proviene del vocablo latino Trichechus, que se refiere a los pequeños pelos o cerdas esparcidas sobre su cuerpo; y el vocablo manatus se refiere a la característica común de los mamíferos de amamantar a sus crías.
El manatí antillano tiene las extremidades anteriores modificadas en aletas muy flexibles con presencia de tres uñas planas y redondas que le sirven para desplazarse en el fondo del agua y sujetar a los alimentos. La hembra presente una pequeña teta debajo de estas extremidades, con la que le da mamar a las crías, las extremidades posteriores se fusionaron en una aleta caudal en forma plana que sirve como timón y para desplazarse en el agua generalmente a una velocidad entre 5 a 7 km por hora.
El manatí Mexicano es una especie en peligro de extinción. La expansión humana ha reducido su hábitat natural en muchas áreas. Asimismo, la contaminación favorece la ingestión de sustancias tóxicas o metálicas mezcladas en el agua y en la vegetación que consumen los manatíes. Muchos manatíes tambien son heridos por los botes de motor y la cacería indiscriminada ha sido otro factor que ha reducido drásticamente las poblaciones. Los manatíes eran cazados principalmente por su carne y su grasa.
Aun cuando el manatí es en la actualidad una especie protegida en México, en este llamado Santuario del Manatí no existen datos sobre el estado de conservación de las poblaciones a nivel local y los programas de conservación de estos mamíferos son aún muy escasos. La distribución geográfica del manatí en Catazaja, abarcaba desde el poblado Paraíso y Zaragoza entre otros puntos intermedios, En la actualidad la distribución histórica del manatí ha cambiado debido a la actividad humana, la cual ha causado la extinción local de los manatíes en varias localidades del municipio. Un pescador señalo “antes se les veía aquí en la orilla, era reconfortante ver como se alimentaban libremente, y la forma de aparearse de estos animales es una de las maravillas que pocos han tenido el privilegio de poder verlo”
A pesar de que desde noviembre del 2006 La laguna de Catazajá se decretó como “Santuario del Manatí” y Área Natural Protegida, hasta la presente fecha no existe un padrón real para saber el padrón actual de cuantos ejemplares existen, la localización y su estado de conservación, y es que estas fechas ninguna dependencia se ha hecho responsables de esta especie, ya que al preguntar en diferentes dependencias como la de pesca, o la SEMADUVI, estos refirieron que no cuentan con datos reales de esta especie.Desde el 2007 y hasta la presente fecha un total de 6 especímenes han sido encontrados muertos, por varias causas, en diversos lugares de éste municipio.
Por lo que es importante la participación de los lugareños, quienes tienen la obligación de reportar el avistamiento de los animales en riesgo de muerte y con ello evitar la extinción de ésta especie, única en esta zona del Estado. Las causas más comunes de las muertes son por quedar atrapadas en las redes de los pescadores es así que un lugareño refiere como fue encontrado el avistamiento del cuerpo inerte de un manatí hembra sobre las aguas de la laguna, cerca de la comunidad El Desengaño, cuyos habitantes alertaron a la autoridad municipal y agregaron que una cría rondaba cerca del cuerpo de la madre.
El cuerpo localizado resultó pertenecer a una hembra de manatí, de la subespecie Trichechus Manatus Manatus, de edad adulta y con 2.70 metros de alargo aproximadamente y un peso de 180. El cadáver se envió al personal del Museo Miguel Álvarez del Toro, en la ciudad capital Tuxtla Gutiérrez, donde le practicaron una necropsia, cuyos resultados arrojaron que la causa de la muerte fue piómetra, una infección del aparato reproductor causada principalmente por la influencia hormonal, específicamente por la progesterona, la cual el organismo puede producir excesivamente.
Aunque los pescadores atribuyeron el fallecimiento por altos niveles de contaminación en las aguas del sistema lagunar.El peligro a los que se enfrentan estas especies es derivado a la baja tasa de reproducción que presentan éstos animales, con un periodo de 5 años en espera para volver a preñarse, originan que estén enlistados entre las especies en mayor riesgo de extinción en el país.Uno de los rescates exitosos fue a principios del 2007 donde un macho de más de 1 metro y 80 centímetros de longitud, estuvo varado por varios días en un afluente de la laguna cuando esta bajo sus niveles de agua, y al ser un animal de gran tamaño no pudo regresar a aguas profundas.
Durante el recorrido realizado por este reportero, el cual comenzó a primeras horas de la mañana y se prolongo por más de 18 horas realizando recorridos nocturnos se pudo constatar que existe nula vigilancia y cuidado de esta especie, por su parte nuestro guía y conductor de la lancha Pedro Sánchez, exhortó al gobierno federal, a través de las Secretarías del Medio Ambiente y Pesca, a vigilar que se cumplan las leyes federales de la materia para frenar prácticas ilegales de pescadores furtivos en esta laguna declarada santuario del manatí, mamífero acuático en peligro de extinción.
Explicando que él ha encontrado el cadáver de un manatí macho, de un metro 90 centímetros de largo de entre 3-5 años de edad, que falleció por ahogamiento al haberse enredado con redes no permitidas por pesca, ya que las autorizadas son más pequeñas y los manatíes no se enredan con ellas.
Destacó que el espécimen fue hallado en la zona de reserva donde no hay otorgadas concesiones para la pesca, por lo que se piensa que son pescadores furtivos que no pertenecen a las cooperativas de la zona. “Hay una falta de regulación por parte de la Secretaría de Pesca federal y es necesario que la PROFEPA entre a cumplir sus funciones para retirar estas redes, porque hemos encontrado ya un total de 6 manatíes muertos en lo que va del periodo del 1997 a la fecha, y también hemos encontrado cocodrilos ahogados por la misma causa, todos en zona de reserva”, reveló el también pescador.
Por su parte el delegado de la secretaria del medio ambiente y vivienda estatal José Ariel Requena señalo que al tratarse de un santuario hay toda una regulación pesquera establecida en cuanto a las zonas de reserva, las artes de pesca y donde son permitidas, pero que desafortunadamente no se cumple esa normatividad por falta de vigilancia, lo que impacta negativamente en la vida silvestre de la reserva, apuntó.
El funcionario de SEMAVI señaló que aún no se tiene un censo de la población del manatí en este santuario, pero reconoció que las muertes recientes de manatíes agravan el peligro de extinción de esta especie, particularmente porque las hembras tardan hasta 6 años en alcanzar la madurez sexual y tiene una sola cría cada 5 años, por lo que pasa mucho tiempo en que se reponga el espécimen fallecido.